Rafael del Valle Acedo - Aprendiendo a expresar

01.07.2012 18:38

De esta asignatura espero aprender qué tipo de herramientas son procedentes usar en según qué tipo de situaciones y edades.

En esta asignatura, espero transmitir que las Nuevas Tecnologías deben ir dirigidas a ganar tiempo y ahorrar trabajo al profesorado, pero que además debe ayudar al alumnado a educarse como persona, a aprender a relacionarse con l@s demás, algo que me parece francamente difícil. Por ello, espero acercar la metodología del señor Kanamori al alumnado de 3º de Magisterio EF, ya que, en mi parecer es una de las actuaciones docentes que más admiración y respeto me generan de cuantas he conocido hasta ahora.
Creo que es importante para llorar a veces. Lo mismo sucede con Toshiro Kanamori, un maestro  de cuarto grado en Kanazawa, Japón, al noroeste de Tokio.En el video que hemos colgado en la web en relación a su metodología, Kanamori dice a sus estudiantes que el aprendizaje de la escuela es ser feliz, que su propósito es la felicidad para sus estudiantes, no en el sentido de "la ignorancia es felicidad", sino en el reconocimiento mutuo de la humanidad, en la relación humana, y en la certeza de que los compañeros de clase, amigos, las clases son también familias, siempre presentes, como los sistemas de apoyo para los demás, como personas que entienden, como los creadores de un espacio seguro para la reflexión y la curación. Me parece muy sorprendente que el señor Kanamori explique a sus alumnos que la felicidad es el objetivo final de la escuela. De todos los propósitos de la escuela que he oído, de todos los que mis maestros y profesores me han dicho, nadie ha dicho nunca que la escuela debe hacerme feliz. La escuela debe hacerme feliz. La escuela debe hacernos felices.

Debemos ser capaces de llorar en el aula. Un día, cuando tenía dieciocho años, estaba leyendo un libro y comencé a emocionarme. Yo estaba asombrado. Yo no tenía idea de que la literatura podía afectarme de tal manera. Si alguien hubiera llorado por un poema en clase el profesor se habría quedado a cuadros. Me di cuenta de que mi escuela me había estado enseñando a no expresar. En sus clases, a través de las “cartas de la libreta” el Sr. Kanamori enseña a sus estudiantes a expresarse. Les enseña que los sentimientos no son un tabú, los sentimientos son centrales, los sentimientos son las raíces de la vida, nos mantienen conectados a la Tierra y nos mantienen conectad@s ​​el un@s a otr@s. Mucha gente diría que el alumnado de cuarto no es capaz de desarrollar la empatía. Muchas de estas personas también piensan que sentir lástima por alguien es lo mismo que la empatía. Esa creencia es increíblemente peligrosa. Est@s chic@s son capaces de desarrollar la empatía, pero no es fácil de hacer, y es a menudo un proceso doloroso. La escuela debe enseñarnos que está bien llorar a veces. La escuela debe enseñarnos sobre la vida, y, una de las pocas cosas en la vida de las que estoy completamente seguro, es que a veces, sólo tenemos que expresar para sentir, entender, sentir empatía, para llegar a poder reflexionar claramente, ser, aprender. Para ser felices.